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Nuestra uva proviene de 4 hectáreas de viñedos propios que cultivamos respetando el medio en el que están. Son 3 parcelas: Cantarranas (90 años), La Niña (5 años) y Las Monjas (2 años) situadas en el pueblo de Mondéjar a más de 800m de altitud. Para algunas añadas recurrimos a uva de viticultores ecológicos locales que aman sus viñas como nosotros y que se implican en nuestro proyecto.

Pensamos que un buen vino requiere de un trabajo de campo minucioso, esmerado y muy constante.

Trabajamos la viña de manera tradicional y de manera sostenible. Esto nos permite conocer nuestras parcelas de cerca y aprender de ellas con cada labor.

No utilizamos pesticidas, herbicidas, tratamientos sistémicos o abonos químicos. Llevamos a cabo tratamientos ecológicos sólo cuando son necesarios, lo que nos supone estar siempre en el viñedo observando y entendiendo.

Hacemos tanto la poda en seco como la poda en verde concentrándonos en la salud de la cepa y en la calidad de la fruta, no en el volumen de producción. Buscamos que sean viñedos “eternos”.

Vendimiamos exclusivamente a mano ya que el sistema de conducción nos condiciona, nuestras viñas están cultivadas en vaso (las de más de 90 años) o en eje vertical (las jóvenes)  para ayudarlas a adaptarse mejor  a las características climáticas de nuestra zona. 

Nuestra uva proviene de 4 hectáreas de viñedos propios que cultivamos respetando el medio donde están. Son 3 parcelas: Cantarranas (90 años), La Niña (5 años) y Las Monjas (2 años) situadas en el pueblo de Mondéjar a más de 800m de altitud. Para algunas añadas recurrimos a uva de productores ecológicos locales que aman sus viñas como nosotros y que se implican en nuestro proyecto.

Pensamos que un buen vino requiere de un trabajo de campo minucioso, esmerado y muy constante.

Trabajamos la viña de manera tradicional y de manera sostenible. Esto nos permite conocer nuestras parcelas de cerca y aprender de ellas con cada labor.

No utilizamos pesticidas, herbicidas, tratamientos sistémicos o abonos químicos. Llevamos a cabo tratamientos ecológicos sólo cuando son necesarios lo que nos implica estar siempre en el viñedo observando y entendiendo.

Hacemos tanto la poda en seco como la poda en verde concentrándonos en la salud de la cepa y en la calidad de la fruta, no en el volumen de producción. Buscamos que sean viñedos “eternos”.

Vendimiamos exclusivamente a mano ya que el sistema de conducción nos condiciona, nuestras viñas están cultivadas en vaso (las de más de 90 años) o en eje vertical (las jóvenes)  para ayudarlas a adaptarse mejor  a las características climáticas de nuestra zona. 

Las parcelas

Año de plantación: 1938

Superficie: 1,62 ha

Sistema de conducción: Vaso

Exposición: Este

Suelo: Franco-arcilloso

Variedad: Tempranillo (70%) , Airén y Torrontés.

Densidad de plantación: 1.275 plantas/ha al tresbolillo

La historia de esta viña comienza hace casi un siglo. En el paraje que llaman Cantarranas se plantaron unas hectáreas de Tempranillo. La plantación se hizo a tresbolillo para permitir pasar el arado en todas las direcciones. Como era costumbre, junto a  las Tempranillo, se plantaron también cepas de Airén y Torrontés, no muchas, las justas para dar frescura al tinto porque se vendimiaban y vinificaban todas las variedades juntas en tinajas de barro

90 años después, de todas las hectáreas de viña que se plantaran aquel final de invierno, ya quedan muy pocas. Son viñas viejas, con un tronco imponente, retorcidas sobre sí mismas. Las sequías, las plagas, las subvenciones por arrancar cepas les han pasado rozando. Han ido cambiado de mano y sólo aquellas viñas cuyos dueños han sabido reconocer su potencial han sobrevivido.

Año de plantación: 2017

Superficie: 1 ha

Sistema de conducción: Eje vertical

Exposición: Este

Suelo: Franco-arcilloso

Variedad: Tempranillo

Densidad de plantación: 2.778 plantas/ha en rectangular.

La Niña y Cantarranas se encuentran a pocos metros de distancia. La Niña perpetúa el proyecto de La Era y es una apuesta por el paraje que ha visto nacer a nuestra anciana Cantarranas. Pero la Niña nace con patrones mejorados, conducción en eje vertical, poda de respeto y cultivo ecológico desde su primer año. Tiene todos los ingredientes para ser una de las grandes viñas de la región en este siglo XXI.

Año de plantación: 2018

Superficie: 1,3 ha

Sistema de conducción: Eje vertical

Exposición: Suroeste.

Suelo: Franco-arcilloso.

Variedad: Tempranillo y Cabernet Sauvignon.

Densidad de plantación: 2.778 plantas/ha en rectangular.

Otro suelo, otro paraje, otro microclima y otras variedades … situada a 6 km de la otras dos, Las Monjas se planta con un propósito más concreto en mente. Es la primera viña que plantamos con clara vocación de bodegueros. Más de la mitad de la parcela es Cabernet Sauvignon con la intención de que nos aporte otras notas con las que jugar en la bodega. Queremos frescura y acidez para nuestras Tempranillos pero sin restarles cuerpo.

Como en La Niña, apostamos por la conducción en eje vertical y el cultivo ecológico desde el primer minuto.

Vino de pueblo y pueblo de vinos.

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